Sunday, October 01, 2006

MONOPOLIO Y ECUMENISMO

MONOPOLIO Y ECUMENISMO

Domingo 26° durante el año-B- 1-10-2006

Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que hacía uso de tu nombre para expulsar demonios, y hemos tratado de impedírselo porque no anda con nosotros." Jesús contestó: "No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está con nosotros. Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa." "El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar. Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida, que ir con las dos a la gehenna, al fuego que no se apaga. Pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehenna. Pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga”. (Mc 9,38-43)

También los discípulos de Jesús querían para su grupo el monopolio de los milagros, de la verdad, del bien, de la fe, de la salvación y del mismo Dios. El móvil solapado era, y sigue siendo, el dominio y los privilegios, no el servicio humano y salvífico.

Gracias a Dios, el Espíritu Santo sopla donde quiere y como quiere, también fuera de los cálculos y límites de los intransigentes y sectarios, y “gene bien” que se creen los únicos poseedores de la verdad y de toda la verdad.

¿Vamos a sentirnos recelosos porque la obra de Dios, de Jesús, no pase en exclusiva por nuestros grupos, por nuestros criterios o por nuestra Iglesia católica? Más bien hemos de admirar, agradecer y alabar a Dios porque así lo hace, y colaborar a su obra de salvación universal con todos los medios a nuestro alcance: oración, palabra, obras, testimonio y sacrificios unidos al que Cristo ofreció “por ustedes y por todos los hombres”.

La obra de salvación más eficaz y universal a nuestro alcance es la Eucaristía, pues en ella se nos ofrece la posibilidad de compartir con Cristo mismo la salvación de la humanidad, al sumarnos al sacrifico eucarístico como ofrendas agradables al Padre.

Por ahí van los caminos del ecumenismo, de un sano pluralismo, que llevará a realizar el anhelo de Jesús: “Padre, que todos sean uno”; “Que haya un solo rebaño bajo un solo Pastor”. Firmes en la fe, hay que admirar, acoger y apoyar todo lo bueno, esté donde esté y venga a través de quien venga, pues sólo proceder del Espíritu Santo.

Jesús nos habla hoy también del escándalo, que es inducir a otros al mal, con malas acciones, palabras, gestos, actitudes u omisiones, destruyendo la fe en el corazón de los sencillos. Jesús considera el escándalo de tan extrema gravedad, que afirma que más valdría ser arrojados al fondo del mar, antes que fracasar la vida en el tormento eterno a causa del escándalo.

¡Cuánto debemos orar, trabajar y ofrecer las cruces – y sobre todo la Eucaristía - por la salvación de los que hemos escandalizado, tal vez de mil maneras, durante nuestra vida!

El Señor se refiere también al escándalo personal al que nos puede llevar el instinto mediante los ojos, los oídos, las manos, los pies, u otro miembro, con riesgo de perderse a sí mismo y perder la herencia eterna que Cristo nos ganó con su vida, pasión, muerte y resurrección. Por eso pedimos una y otra vez en el Padre nuestro: “No nos dejes caer en tentación y líbranos de mal”. Líbranos sobre todo del máximo mal: el tormento eterno.

Números 11,25-29

Entonces Yavé bajó en la nube y habló, luego tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los setenta hombres ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar, pero después no lo hicieron más. Dos hombres se habían quedado en el campamento, el primero se llamaba Eldad y el otro, Medad; el espíritu se posó sobre ellos. Pertenecían a los inscritos, pero no habían ido a la Tienda, y profetizaron en el campamento. Un muchacho corrió para anunciárselo a Moisés: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento". Josué, hijo de Nun, servidor de Moisés desde su juventud, tomó la palabra: "¡Mi señor Moisés, prohíbeselo!" Pero Moisés le respondió: "¿Así que te pones celoso por mí? ¡Ojalá que todo el pueblo de Yavé fuera profeta, que Yavé les diera a todos su espíritu!"

Dios elige de forma especial a personas y grupos para comunicarles su Espíritu con el fin de guiar a su pueblo hacia la salvación. Pero no se ata a nadie como si Él fuera un monopolio. Se reserva la libertad total de comunicar su Espíritu más allá de todo límite.

Esa apertura universal la retoma Jesús y se la comunica a sus apóstoles, frente al pueblo judío que pretendía poseer en exclusiva a Dios y su salvación. También hoy en las distintas iglesias y religiones (incluida la católica) muchos pretenden tener el monopolio de la verdad, de Dios y de la salvación. Esto ha causado las grandes y escandalosas divisiones religiosas, y las sigue causando y manteniendo.

Pero el Espíritu de Dios sopla donde quiere, y dichosos quienes lo secundan con un corazón ecuménico, universal, en todo lo que obra fuera de toda institución religiosa, incluida la fundada por el mismo Jesucristo, quien confirmó sin medias tintas: “Tengo otras ovejas que no son de este corral; también las llamaré y escucharán mi voz” (Jn 10, 16).

Santiago 5,1-6

Ahora les toca a los ricos: lloren y laméntense porque les ha venido encima desgracias. Los gusanos se han metido en sus reservas y la polilla se come sus vestidos, su oro y su plata se han oxidado. El óxido se levanta como acusador contra ustedes y como un fuego les devora las carnes. ¿Cómo han atesorado, si ya eran los últimos tiempos? El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. Han conocido sólo lujo y placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados. Condenaron y mataron al inocente, pues ¿cómo podía defenderse?

Santiago se refiere a los ricos que han hecho de las riquezas su dios, su ídolo, cifrando en ellas todas las esperanzas de su vida, sin poner esos bienes al servicio de sus semejantes, pues para eso los recibieron, a menos que sean fruto de corrupción y robos.

Pues muchos se han hecho ricos a costa de la pobreza de sus semejantes, y han construido y construyen su vida incluso sobre la muerte de inocentes. Y esto no se refiere sólo a individuos, sino también a pueblos, naciones y continentes. ¿Qué pueden esperar?

Sus seguridades y esperanzas serán destruidas de improviso, cuando menos lo piensen. Así como sus víctimas no pudieron defenderse de ellos, así ellos no podrán escapar de lo que les vendrá encima. ¡Más nos vale estar lejos de esas condiciones!

Cristianos ricos, instituciones y naciones ricas, vean de dónde les vienen sus riquezas y cómo las invierten, pues pueden convertírseles en la trampa fatal de sus seguridades. ¡Pónganse a salvo a tiempo, sin pensarlo dos veces!

P. Jesús Álvarez, ssp

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